Fillers

¿De que se trata?

Los rellenos dérmicos, también conocidos como fillers, se utilizan en cirugía estética para agregar volumen y suavizar arrugas y pliegues en la piel. Están compuestos por sustancias como ácido hialurónico o colágeno y se inyectan en áreas específicas del rostro para lograr un aspecto más juvenil y fresco.

Cuando envejecemos, perdemos volumen en ciertas áreas del rostro, lo que puede resultar en líneas y surcos. Los fillers ayudan a restaurar ese volumen perdido y a mejorar la apariencia de las líneas faciales. También se utilizan para realzar y dar forma a los labios, las mejillas y otras áreas que pueden beneficiarse de un poco más de volumen.

La gran ventaja de los fillers es que son procedimientos no invasivos y los resultados son visibles casi de inmediato.